La compleja estructura de los arrecifes de coral da origen a un ecosistema submarino vibrante y diverso. Sin embargo, esta misma complejidad puede representar un obstáculo para la regeneración de los corales tras sufrir perturbaciones, según revela un estudio realizado en los arrecifes de Moorea, Polinesia Francesa.
Esqueletos de coral como barrera
El estudio encontró que los esqueletos de corales muertos, consecuencia de eventos como el blanqueamiento, interfieren en procesos clave que permiten la regeneración del ecosistema arrecifal. Estas estructuras proporcionan refugio a las algas, protegiéndolas de los herbívoros y permitiendo que se propaguen rápidamente, lo que compite con los corales jóvenes por el espacio. Los resultados, publicados en la revista Global Change Biology, destacan cómo los efectos a largo plazo de estos disturbios pueden alterar el proceso natural de recuperación de los arrecifes.
Impacto de las perturbaciones en los arrecifes
Los arrecifes de coral son ecosistemas dinámicos que están en constante cambio. Perturbaciones como tormentas, depredación de corales y eventos de blanqueamiento pueden afectar gravemente su salud y capacidad de regeneración. Tradicionalmente, las tormentas tropicales y ciclones eran las mayores amenazas para los arrecifes de Moorea. Estas perturbaciones, como explica Kai Kopecky, autora principal del estudio y ex estudiante de doctorado en la Universidad de California, Santa Bárbara, suelen “arrasar con todo el coral, dejando una superficie plana”.
No obstante, las perturbaciones recientes, como el blanqueamiento de corales y la depredación, han aumentado en frecuencia. A diferencia de las tormentas, que eliminan físicamente los corales, el blanqueamiento deja intactos los esqueletos, dificultando la recuperación posterior.
Diferencias en la regeneración de los arrecifes
Al comparar los resultados del estudio con datos históricos de Moorea, los investigadores observaron diferencias notables en la regeneración de los arrecifes según el tipo de perturbación. Tras un ciclón, la cobertura coralina se incrementó rápidamente, mientras que la proliferación de macroalgas disminuyó. Sin embargo, después de un evento de blanqueamiento, ocurrió lo opuesto: las algas dominaron, impidiendo la regeneración de los corales.
Estos descubrimientos se enmarcan en el concepto de “memoria ecológica”, que analiza cómo los eventos pasados influyen en la respuesta de los ecosistemas ante nuevos desafíos. A medida que cambian los patrones de perturbación, también lo hacen las respuestas ecológicas de los arrecifes.
Como señala Kopecky, “con el cambio en los regímenes de perturbación, también está cambiando la memoria ecológica”, lo que subraya la necesidad de comprender mejor cómo estos eventos impactan en la resiliencia de los arrecifes en el futuro.
Fuente: https://www.earth.com/news/dead-coral-skeletons-prevent-reefs-from-recovering/