Un estudio reciente sugiere que la acumulación de microplásticos en el tejido cerebral humano podría estar aumentando de manera significativa en las últimas décadas. La investigación, publicada en Nature Medicine, analizó muestras de tejido cerebral, hepático y renal de autopsias realizadas entre 1997 y 2024, revelando una creciente presencia de micro y nanoplásticos en estos órganos.

Hallazgos principales del estudio
Los investigadores examinaron tejidos de 28 personas fallecidas en 2016 y 24 en 2024, todas en Nuevo México, así como muestras adicionales de individuos que murieron entre 1997 y 2013 en la costa este de Estados Unidos. Los resultados mostraron un notable incremento en la concentración de microplásticos en el cerebro a lo largo del tiempo, siendo el polietileno el material más comúnmente encontrado. Este compuesto se emplea ampliamente en la fabricación de bolsas plásticas y envases para alimentos y bebidas.

Impacto potencial en la salud
El estudio también identificó que los cerebros de personas con demencia presentaban una concentración de microplásticos hasta seis veces mayor que en aquellos sin la enfermedad. No obstante, los investigadores advirtieron que este hallazgo no implica una relación causal, ya que el deterioro neuronal podría influir en la acumulación de estas partículas.
Si bien el impacto de los microplásticos en la salud humana aún no está completamente esclarecido, estudios previos han asociado su presencia en el organismo con enfermedades cardiovasculares, accidentes cerebrovasculares y daño neurológico. Investigaciones recientes también han detectado estas partículas en sangre, leche materna, placentas, médula ósea y semen, lo que evidencia una contaminación generalizada del cuerpo humano.
La necesidad de una mayor investigación
Los autores del estudio, liderados por el profesor Matthew Campen de la Universidad de Nuevo México, enfatizaron la urgencia de comprender las vías de exposición, absorción y eliminación de los microplásticos en el cuerpo humano. “Con el aumento exponencial de estos contaminantes en el medio ambiente, es fundamental investigar su posible papel en trastornos neurológicos y otros efectos adversos para la salud”, indicaron los investigadores.
Expertos externos, como la profesora Tamara Galloway de la Universidad de Exeter, coincidieron en que la creciente presencia de microplásticos en el cerebro refleja el incremento en la producción y uso de plásticos a nivel global. Galloway sugirió que reducir la contaminación ambiental podría tener un impacto directo en la disminución de la exposición humana.
Por su parte, el profesor Oliver Jones, de la Universidad RMIT en Australia, destacó la relevancia del estudio, aunque advirtió sobre la necesidad de ampliar la muestra y mejorar los métodos de análisis para evitar contaminaciones accidentales en las pruebas.

Los microplásticos se han convertido en un problema ambiental de gran magnitud, con presencia documentada desde la cima del Monte Everest hasta las profundidades oceánicas. Su detección en el cerebro humano refuerza la preocupación sobre sus posibles efectos en la salud. Ante este panorama, los científicos instan a un mayor esfuerzo en la regulación del uso de plásticos y en la búsqueda de soluciones innovadoras para reducir la exposición a estos contaminantes.
Fuente: https://www.theguardian.com/environment/2025/feb/03/levels-of-microplastics-in-human-brains-may-be-rapidly-rising-study-suggests