El impacto positivo de la naturaleza en la salud mental escolar: un enfoque prometedor

Un reciente estudio canadiense ha revelado que permitir que los niños pasen tiempo en la naturaleza puede ser clave para abordar problemas de salud mental como la ansiedad, la depresión y dificultades en el comportamiento. Los hallazgos, publicados en JAMA Network Open, destacan cómo programas escolares basados en espacios verdes pueden mejorar significativamente el bienestar emocional y social de los estudiantes.

La investigación y su enfoque

El estudio, liderado por un equipo de las universidades de Montreal y McGill, incluyó a cerca de 1,000 niños de 10 a 12 años en escuelas de Quebec, todas situadas cerca de un parque o área verde. Durante tres meses, los estudiantes fueron divididos en dos grupos: uno siguió su rutina escolar habitual, mientras que el otro pasaba dos horas semanales en actividades académicas y de salud mental al aire libre.

A pesar de que las lecciones —que incluían matemáticas, ciencias y lenguas— se llevaban a cabo en el entorno natural, los investigadores también integraron ejercicios breves de bienestar. Estas actividades, como dibujar, escribir haikus, caminar de manera consciente o reflexionar sobre los ciclos de la vida, ayudaron a fortalecer la conexión con la naturaleza y promover la calma.

Resultados destacados

Los estudiantes que participaron en la intervención verde experimentaron mejoras notables en su salud mental, especialmente aquellos con mayores vulnerabilidades iniciales. Según el estudio, se redujeron los síntomas de ansiedad, depresión, agresividad e impulsividad, además de fomentar relaciones sociales más saludables.

“Observamos cambios significativos en los niños con síntomas elevados al inicio del programa. Después de las visitas al parque, parecían más tranquilos, menos ansiosos y más enfocados en clase”, explicó Marie-Claude Geoffroy, profesora asociada de psiquiatría en la Universidad McGill.

Por su parte, Sylvana Côté, coautora y profesora de salud pública en la Universidad de Montreal, destacó que estas intervenciones accesibles y de bajo costo pueden ser herramientas valiosas para equilibrar las brechas en la salud mental escolar.

Inspiración en la pandemia y futuro del proyecto

La idea de este proyecto nació durante la pandemia, cuando muchas familias redescubrieron los beneficios de los espacios verdes. “Mis hijos y yo pasamos mucho tiempo en parques, y noté cómo mejoraba nuestro estado de ánimo. Pensé que podría ser una estrategia gratuita y accesible para apoyar a los niños en las escuelas”, señaló Tianna Loose, investigadora postdoctoral y primera autora del estudio.

El equipo ahora planea expandir la investigación a adolescentes, explorando cómo este enfoque puede adaptarse a sus necesidades y recibir sus aportaciones para diseñar programas efectivos.

Un llamado a la acción

Los hallazgos invitan a educadores, responsables políticos y profesionales de la salud mental a considerar la implementación de actividades al aire libre como una estrategia económica y sin riesgos para apoyar a estudiantes vulnerables. Este enfoque demuestra que algo tan sencillo como pasar tiempo en la naturaleza puede marcar una diferencia significativa en la vida de los niños.

Fuente: https://www.healthday.com/health-news/child-health/when-schools-give-kids-time-in-nature-anxiety-and-behavior-issues-ease

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