Considerar todas las fracturas previas es clave para evaluar el riesgo de osteoporosis, sugiere un estudio

Un estudio de cohorte reciente destaca que las fracturas ocurridas en cualquier etapa de la edad adulta están asociadas con un mayor riesgo de fractura en la vejez, incluso aquellas que suceden en adultos jóvenes. Este hallazgo desafía la creencia común de que solo las fracturas ocurridas en etapas avanzadas de la vida son relevantes al evaluar el riesgo de futuras fracturas.

El equipo liderado por Carrie Ye, de la Universidad de Alberta en Edmonton, publicó estos resultados en JAMA Network Open. El estudio demostró que una fractura inicial entre los 20 y los 39 años se asocia con más del doble de riesgo de fractura en comparación con quienes no tuvieron fracturas previas. Los datos revelaron un aumento significativo del riesgo ajustado en todas las décadas de edad, desde los 20 hasta los 80 años.

Riesgo relativo según la edad de la primera fractura:

  • 20-29 años: 2.12 veces más riesgo (IC 95% 1.67-2.71)
  • 30-39 años: 2.10 veces más riesgo (IC 95% 1.86-2.37)
  • 40-49 años: 1.71 veces más riesgo (IC 95% 1.57-1.86)
  • 50-59 años: 1.59 veces más riesgo (IC 95% 1.50-1.69)
  • 60-69 años: 1.51 veces más riesgo (IC 95% 1.42-1.60)
  • 70-79 años: 1.70 veces más riesgo (IC 95% 1.58-1.83)
  • 80 años o más: 1.70 veces más riesgo (IC 95% 1.50-1.92)

Carrie Ye señaló que las fracturas ocurridas en adultos jóvenes suelen considerarse “normales” y no siempre se evalúan como indicadores de un mayor riesgo futuro. Sin embargo, los resultados del estudio subrayan la importancia de tener en cuenta todas las fracturas de bajo trauma ocurridas en cualquier etapa de la adultez. Ignorar estas fracturas podría subestimar el riesgo de osteoporosis y, en consecuencia, privar al paciente de tratamientos preventivos oportunos.

Implicaciones clínicas y herramientas de evaluación

Actualmente, muchas herramientas de predicción de riesgo, como la Calculadora de Riesgo de Fractura de Salud de los Huesos, solo consideran fracturas ocurridas después de los 45 años. Por el contrario, la herramienta FRAX incluye todas las fracturas de bajo trauma independientemente de la edad, lo que podría ofrecer una evaluación más completa.

El estudio utilizó datos del Registro de Densidad Mineral Ósea de Manitoba, analizando a 88,696 adultos mayores de 40 años que se sometieron a su primera densitometría ósea entre 1996 y 2018. Entre ellos, el 23.8% había experimentado al menos una fractura previa, con una edad promedio de la primera fractura de 57.7 años. Las fracturas más comunes antes de la evaluación fueron las del antebrazo (31.5%), seguidas por las de tobillo (16.1%) y las vertebrales (12.3%).

Limitaciones y conclusiones

Los autores señalaron algunas limitaciones, como la baja representación de hombres en la cohorte y la exclusión de fracturas infantiles en el análisis. No obstante, estos hallazgos respaldan la necesidad de un enfoque más integral en la evaluación del riesgo de fractura, considerando todas las fracturas previas de bajo trauma, independientemente de la edad en que ocurrieron.

En conclusión, este estudio invita a los profesionales de la salud a replantear su enfoque sobre las fracturas tempranas y su papel en el manejo preventivo de la osteoporosis. Como enfatizó Ye: “No ignore esa fractura que ocurrió cuando alguien tenía 25 años. Podría ser un indicio temprano de un riesgo futuro significativo”.

Fuente: https://www.medpagetoday.com/endocrinology/osteoporosis/113183#

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